miércoles, 25 de marzo de 2009

Abzurdah

Me entretengo publicando esto, que me pidieron en clase de literatura. Es mi valoración al libro "Abzurdah" de Cielo Latini.

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Es muy difícil hacer una crítica objetiva sobre este libro en particular, porque dependiendo de las situaciones que te haya tocado pasar, te parecerá mejor o peor.

Si eres una adolescente, y tu personalidad es fácil de influenciar, quizá puedas caer en la tentación de intentar alguna de las cosas leídas allí. Mi más sincero consejo es que ni siquiera lo intentes. Cortarse las venas con un sacapuntas duele, morirse de hambre no es bonito, sentir que te mareas cada tres minutos es de las peores cosas que te pueden pasar. Ser delgada no lo vale, y lo digo por experiencia.

Siendo sincera, en un principio pensaba hacer mi crítica basándome en lo que mucha gente ha desaprobado del libro: Que es un perfecto manual para la perfecta enferma de bulimia o anorexia. Que en el libro puedes aprender diversas maneras de autolesionarte y cómo terminar con tu vida. Que liarse con un hombre demasiado mayor y perder la virginidad tan joven trae problemas.

A la frau Tita le oí decir: “Esta chica es un mal ejemplo a seguir”. Y yo, pensando que dándole la razón obtendríamos una nota fácil, me dispuse a destrozar el libro. Soy perfectamente capaz de hacerlo, porque hay varios fallos a nivel de contenido, si lo observamos desde el punto de vista moral. En cambio, al no ser capaz su servidora de callarse lo que piensa, va a detractar semejante afirmación.

Yo opino que Cielo Latini no es un mal ejemplo, así como el libro no es un manual para conseguir un desorden alimenticio o la mejor manera de suicidarse y no morir en el intento. No. Esta chica simplemente escribió lo que le pasó y tuvo la suerte de vivir para contarlo.

¿Que en libro encuentras mil maneras de volverte anoréxica o bulímica? Es verdad.

¿Que suicidarse o autolesionarse no es tan “divertido” como lo pinta la autora? Muy cierto.

¿Que Cielo Latini es una enferma mental con mucha suerte, como dicen algunos blogs? Completamente falso.

Para mí, esta chica es un ejemplo digno de seguirse, en el sentido de que echó la cagó más de una vez y tuvo la valentía para levantarse y seguir adelante. No creo que en el libro te de “tips” para ser una mejor anoréxica, simplemente te ayuda a saber qué no intentar. Yo opino que el libro ayuda a muchísimas adolescentes a sentirse identificadas con alguien más, y les es reconfortante saber que ya otras personas han pasado por lo mismo que ellas.

Gracias al libro puedo tener en claro muchos límites que antes veía borrosos. Excederse, en todo, está mal. La autora lo aprendió a la mala, los que leímos el libro lo aprendimos con su ejemplo.

Yo digo que Cielo es un gran ejemplo a seguir, a su manera muy particular.

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No sé si alguno haya leído el libro. Como dice la misma autora, es un libro que trata temas jodidos, pero yo recomiendo su lectura.

Crecer

Y aquí vuelvo a mi amado blog, para liberar la tensión de los dedos. Empeizo...

Hay cosas que las personas adultas nunca se ponen a pensar. Al menos yo nunca he percibido que lo hagan.

Crecer, por ejemplo.

¿Qué significa crecer? La verdad, y en calidad de adolescente, yo puedo decir sin que se me mueva un pelo que crecer es cagarla de vez en cuando y aprender de ello.

Desde chica, siempre me dieron a entender de que yo tenía la obligación moral de ser la chica perfecta. No había cabida a los errores, eran imperdonables. Pero lo verdaderamente imperdonable es que hayan personas que crean que yo -o cualquier otro adolescente- tenga que actuar perfectamente, razonando como una persona ya madura. No, no tiene nada que ver con la edad, pero tampoco es para esperarse que una chiquilla como yo actúe como si tuviera treinta.

Las personas que te saltan a la yugular al primer error son lo peor que hay, y yo lo soporto a diario en clases, en mi casa y en cualquier lugar a donde voy. Y, por alguna ridícula razón fuera de mi alcance de compresión, siempre se ha esperado que sea justamente YO la perfección andante. Alguno de los que lean esto, contésteme: ¿Acaso tengo pinta de ser la mujer maravilla? ¿Es que yo no puedo cometer errores?

En fin.

Mi punto de vista, sin embargo, es un poco distinto. Ya arriba lo dije: Para crecer, hay que cagarla. No digo que todos los adolescentes debamos cortarnos las venas, robar tiendas y aspirar terocal hasta perder el sentido, pero sí decir cosas fuera de lugar o hacer algo estúpido.

Por ejemplo, arruinar la primera cita con el guapo de turno diciendo algo completamente tonto. Vale, la arruinaste. Pero ya habrán más guapos y sabrás que no debes volver a decir algo tonto. Tienes toda una vida para encontrar al guapo que te ame con todo y defectos tontos, así como tienes todo el tiempo del mundo para aprender de tus errores.

Crecer, para mí, es equivocarse. Es caerse en el más profundo de los pozos y salir por uno mismo. Es tropezar y levantarse. Es perder completamente el control y vivir las emociones intensamente. Es ser considerado raro por hacer las cosas a su modo.

Crecer es vivir, y vivir es crecer.