Título: Celos.
Autor: *Runa*.
Género: Comedia/Romance.
Aclaraciones: One-shot original. Todos los personajes y la trama son de mi completa autoría.
No, no eran celos, de eso estaba segura. No eran celos y por eso paseaba casualmente por donde Fernando y esa chica paseaban. No estaba celosa, claro que no.
La cita entre ellos dos había sido un puto desastre, gracias a la intervención del trío de amigas de Andrea. Pero por suerte, la gran amistad que los unía seguía intacta. Y a final de cuentas, ambos se habían reído de esa locura de "estamos enamorados el uno del otro".
Andrea se ocultó detrás de un arbusto en aquél bonito parque. Ellos se dirigían directo hacían donde, se supone, ella no estaba.
"Oh sí, no estoy nada celosa" pensó la rubia con fastidio, mientras veía como esa chica se colgaba del brazo de Fernando. "Zorra..."
Los ojos grises siguieron a la parejita. Desde que ellos dos habían empezado a salir, ella estaba de un humor de miedo. Y, como era de esperarse, sus amigas se habían dado cuenta.
"-Son celos -había afirmado Flor con tal seguridad que Andrea no había respondido inmediatamente.
-¿Celosa? ¿Yo? Sí, como no -había respondido la joven con todo el sarcasmo que su voz pudo componer.
-Serás terca -se quejaba Raina alzando los ojos al cielo-. Tú, yo y el mundo entero nota que desde que Fernando sale con la chica esa, estás que muerdes al primer infeliz que se te cruce.
-Estás celosa -había corroborado Carla con una sonrisa divertida-, muy celosa si quieres mi opinión.
-Yo no estoy celosa -negaba Andrea con terquedad-. Sólo estoy... Sólo estoy...
-Celosa -completó Raina con seguridad. Andrea había soltado un suspiro y siguió protestando, pero nadie podía negar una cosa: Si ella era terca, sus amigas lo eran más."
Andrea frunció el ceño al recordar la conversación. Y soltó un suspiro ahogado por la incesante conversación entre Fernando y la chica.
"Se están moviendo" pensó ella y empezó a seguirlos, siempre detrás de los arbustos. Esos dos caminaban mucho, siempre con la rubia siguiéndolos. Pero había alguien que había notado la presencia de la chiquilla.
-Amorcito -llamó la chica, mirando con adoración a Fernando-. ¿Por qué nos está siguiendo una rubia?
"¡¿Amorcito?!" gritó mentalmente Andrea con furia.
-¿Una rubia? -preguntó Fernando extrañado. "Andrea no sería capaz de... ¿o sí?".
-Sí, vi a una chica rubia siguiendo -afirmó la novia de Fernando, señalando los arbustos en los que, casualmente, Andrea estaba "paseando".
-Quédate aquí, iré a ver -le pidió el muchacho. Su cara traía una mueca en la que la risa pugnaba por salir, pero no podía reírse, o Andrea se daría cuenta de que se acercaba.
Pero Andrea, al haber oído todo, logró poner pies en polvorosa antes de que Fernando llegue a su escondite.
-¡Clarisse, aquí no hay nada! -exclamó el joven, haciendo una leve mueca de decepción. De haber sido su amiga, se habría desarrollado una escena extremadamente divertida.
Regresó junto a Clarisse, algo menos animado y reanudaron su paseo.
Andrea, trepada en la copa de un árbol, los siguió observando. Ella no estaba celosa, no señor, sólo estaba preocupada por lo que esa chica le intentará hacer a su amigo. Era obvio que no estaba celosa. Claro, por eso los seguía a través de un parque completo, andando a gatas y generando bilis cada vez que esa llamaba "amorcito" a Fernando.
Y se siguió tratando de convencer a sí misma de que no lo estaba, porque todo el resto, incluso Fernando ya habían constatado lo evidente: Andrea se moría de celos. Y quizá era hora de que lo fuera aceptando.
jueves, 11 de septiembre de 2008
jueves, 4 de septiembre de 2008
Héroe.
Título: Héroe.
Autor: *Runa*.
Género: General.
Aclaraciones: One-shot original. Todos los personajes y la trama son de mi absoluta propiedad. Basado en la canción "Hero" de Nickelback. Tengo una obsesión por ese grupo.
Estaba solo, tan solo como puede estar un hombre. Caminaba por las calles de la ciudad pateando una lata vacía que se interponía en mi camino. Mis ojos reflejaban el cielo ya oscuro y salpicado de estrellas. La luna brillaba de manera impresionante, casi sentía que la podía tocar.Y todo estaba tan calmado.
Un grito destrozó la quietud de la noche, dos disparos rasgaron el aire.
Miré a mi alrededor, asustado, pálido, intranquilo. El grito provenía de un lugar cercano. Y una voz en mi cabeza me dijo que un héroe podría salvar al dueño de esa voz.
Yo no le hice caso y seguí caminando. Hasta esos momentos jamás había deseado ser un héroe y tampoco ahora muestro entusiasmo por serlo. Apreté el paso. Mi respiración era entrecortada y la voz seguía resonando en mi cabeza.
Pasé una mano por mis cabellos desgreñados y cerré los ojos. Ese fue un grave error.
No los vi venir, ni a la mujer ensangrentada que huía dando traspiés, ni al hombre alto que traía la pistola en la mano.
Choqué violentamente con la mujer, que al parecer, tenía una herida de bala en el costado derecho. Yo estaba anonadado, sin poder hablar o moverme.
El hombre sonrió, ahora tenía dos víctimas. ¿Qué era lo que quería? ¿Por qué nos miraba así? No lo sabía, hasta que noté el brillo de maldad en sus ojos fríos y como levantaba la pistola, que apuntaba directamente a la cabeza de la mujer. Y disparó.
Nunca supe por qué actúe así, mis reflejos no eran tan rápidos. Sentí un tremendo dolor en el hombro izquierdo. Había salvado a la mujer.
Él disparó de nuevo. Y yo volví a escudarla con mi cuerpo. Más dolor y tres disparos más. Después todo se volvió negro.
No hubo más dolor, no sentí más disparos ni la respiración entrecortada de la mujer. ¿Había muerto? ¿Estaba realmente muerto o quizá sólo me lo imaginaba?
Desperté por la luminosidad del cielo, casi dorada. Miré mis brazos buscando rastros de sangre, en vano. Estaba completamente limpio, no sentía el horrendo dolor de las balas, y experimentaba una paz extraña. ¿Qué era ese lugar?
Alcé la vista en busca de la mujer o del asesino, sin éxito. Sólo estábamos ese cielo tan luminoso y yo. Pero también estaba esa voz insistente en mi cabeza, que repetía:"Eres un héroe, a pesar de nunca haberlo planeado, casi accidentalmente eres un héroe."
Autor: *Runa*.
Género: General.
Aclaraciones: One-shot original. Todos los personajes y la trama son de mi absoluta propiedad. Basado en la canción "Hero" de Nickelback. Tengo una obsesión por ese grupo.
Estaba solo, tan solo como puede estar un hombre. Caminaba por las calles de la ciudad pateando una lata vacía que se interponía en mi camino. Mis ojos reflejaban el cielo ya oscuro y salpicado de estrellas. La luna brillaba de manera impresionante, casi sentía que la podía tocar.Y todo estaba tan calmado.
Un grito destrozó la quietud de la noche, dos disparos rasgaron el aire.
Miré a mi alrededor, asustado, pálido, intranquilo. El grito provenía de un lugar cercano. Y una voz en mi cabeza me dijo que un héroe podría salvar al dueño de esa voz.
Yo no le hice caso y seguí caminando. Hasta esos momentos jamás había deseado ser un héroe y tampoco ahora muestro entusiasmo por serlo. Apreté el paso. Mi respiración era entrecortada y la voz seguía resonando en mi cabeza.
Pasé una mano por mis cabellos desgreñados y cerré los ojos. Ese fue un grave error.
No los vi venir, ni a la mujer ensangrentada que huía dando traspiés, ni al hombre alto que traía la pistola en la mano.
Choqué violentamente con la mujer, que al parecer, tenía una herida de bala en el costado derecho. Yo estaba anonadado, sin poder hablar o moverme.
El hombre sonrió, ahora tenía dos víctimas. ¿Qué era lo que quería? ¿Por qué nos miraba así? No lo sabía, hasta que noté el brillo de maldad en sus ojos fríos y como levantaba la pistola, que apuntaba directamente a la cabeza de la mujer. Y disparó.
Nunca supe por qué actúe así, mis reflejos no eran tan rápidos. Sentí un tremendo dolor en el hombro izquierdo. Había salvado a la mujer.
Él disparó de nuevo. Y yo volví a escudarla con mi cuerpo. Más dolor y tres disparos más. Después todo se volvió negro.
No hubo más dolor, no sentí más disparos ni la respiración entrecortada de la mujer. ¿Había muerto? ¿Estaba realmente muerto o quizá sólo me lo imaginaba?
Desperté por la luminosidad del cielo, casi dorada. Miré mis brazos buscando rastros de sangre, en vano. Estaba completamente limpio, no sentía el horrendo dolor de las balas, y experimentaba una paz extraña. ¿Qué era ese lugar?
Alcé la vista en busca de la mujer o del asesino, sin éxito. Sólo estábamos ese cielo tan luminoso y yo. Pero también estaba esa voz insistente en mi cabeza, que repetía:"Eres un héroe, a pesar de nunca haberlo planeado, casi accidentalmente eres un héroe."
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